Hay rostros con un fondo de tristeza que son como una prueba viviente
de que la felicidad existe y de que la conocieron.
IÑAQUI URIARTE, Diarios
En sus ojos tiembla el miedo de un ayer en el infierno.
En su boca se dibuja una leve línea de esperanza en un mañana incierto, pero posible.
Rostros que sin palabras lo dicen todo sin saber a quién, pero sí por qué.